¿Cómo le ayudo a mi hijo adolescente?

Desde el momento en que tenemos en casa a un adolescente, debemos saber que tanto el hijo como los padres renuncian a los roles que venían teniendo hasta ahora.

El espacio afectivo del grupo familiar esta ahora en pleno ajuste… la situación genera conflictos, ansiedad, depresión, etc. El adolescente va ganando autonomía ( ya no es un niño que depende de nosotros) enfrenta el miedo relativo  del mañana y sus padres hacen el duelo del niño al cual durante mucho tiempo lo organizaron su existencia.. (diría un autor sociólogo) mas que nunca los padres deben ejercer una función de contención, es decir de otorgar al joven el sentimiento de valor de su propia exstencia.  Como es esto? Leamos un poco mas:

La prof. en filosofía Telma Barreiro caracteriza lo que son las “Necesidades psíquicas básicas: como las necesidades psíquicas que tenemos todas la personas y cuya satisfacción siempre es extremadamente importante, pero resultan absolutamente crucial en la infancia” A su vez, estas necesidades atraviesan la vida humana desde que nacemos  y estas son: necesidad de afecto, reconocimiento, de cuidado y atención, de contención emocional, de seguridad, de estímulo, de confirmación y aceptación.  Las cuales serán un componente básico en el fortalecimiento de la autoestima.

Aqui es donde quiero llegar y dejarles esta reflexión, pues cuando el niño en su infancia no tiene satisfechas estas necesidades se produce un gran padecimiento que puede llevarlo a tener un desarrollo psiquico frágil y ser vulnerable ante las adversidades, en otra palabras esto constituye una violencia psicológica (el abandono, abuso sexual, violencia y maltrato emocional, como también  la falta de una figura de apego, la falta de reconocimiento, el ocupar un lugar desfavorable en la familia, etc.)  todo esto contribuye a una carga negativa y ejercer un impacto en él promoviendo determinadas configuraciones psíquicas que la autora denomina Factores potenciales de Fracaso y conflicto.

Y esto es lo que luego se manifestará en el adolescente en una baja autoestima, la autoprofecía de ser un fracasado, desinterés y desmotivación en general y en algunos casos, una importante carga de agresión o de resentimiento, dificultad severa para concentrarse, comunicarse, etc.

¿Como alcanzar una convivencia equilibrada con el adolescente, sin entrar en conflicto permanente, ni exigencias desmedidas? para poder hacer que la sensación de incertidumbre y la etapa transcurra lo más amena posible:

  • Adoptar rutinas: sumamente importante que durante el dia las tenga para una buena organización, es decir implementación de horarios para las diversas comidas, para irse a dormir; momento de la escuela y tareas, como un horario de ocio ( jugar o chatear con sus amigos, ver peliculas, hacer gimnasia, etc.).  Si bien deben estar estipuladas, que sean cumplidas con flexibilidad.
  • Hacer cosas juntos: por ej. Cocinar, hacer ejercicio, jugar a un juego en familia o entre hermanos, etc. ver alguna película y luego comentarla. Pensando siempre que es tiempo de calidad que compartimos juntos. Esto les hará sentir que son tenidos en cuenta.
  • Integrarlo a las tareas domésticas: le permitirá ejercer un rol activo y percibirse como parte del grupo, como tambien desarrollo de la responsabilidad y la colaboracion.
  • Ayudarlos a construir nuevos hábitos: dicen que los habitos se asimilan después de varios días (tres semanas). Por ejemplo, el aseo y vestirse cuando se levanta; colaborar en la cocina, poner la mesa, etc. o prepararse para el momento de clases, que materia va a tener, tareas previstas. Trasmitir con firmeza lo que se debe cumplir, lo que lo llevara a tener un limite externo y poder crearse uno interno.

Para establecer una buena relación basarse en los valores, ya no van los castigos excedidos,  ni las confrontaciones, hay que propiciar el dialogo.   Pensar que una organización llevara tiempo, de adaptación, pero lo importante es una buena comunicación, establecer un dialogo sin reproches ni agresividad. Que ellos/as sepan que estamos ahí para conversar.  Respetando sus tiempos sin bajar la guardia.

En conclusión, ¿Cómo le ayudamos?

La comprensión y la comunicación con respeto son la base del trato con el adolescente, es importante que sientan que uno les entiende, pero también hay que hacerlos reflexionar en que deben poner de su parte. Para graficar: pensemos que somos como el tutor (que se le pone al árbol) que estamos para contener y darles las herramientas para desenvolverse en la vida y luego retirarnos, mostrándoles todo con el ejemplo y la coherencia.  Hay que establecer un equilibrio, no dejarlos liberados, pero tampoco estando encima diciéndoles todo lo que deben hacer hasta llegar a asfixiarlos. Esto ultimo puede ser contraproducente.

Que este momento sea un tiempo de crecimiento de los vínculos familiares, que vean que uno esta interesado en ellos, no solamente porque se lo digamos sino demostrándoselo con pequeños gestos: mirarlo a los ojos, abrazarlos, decirle que estamos orgullosos de ellos, que confiamos en ellos y decirles que siempre tendrán nuestro apoyo durante toda su vida.