La salud mental incluye nuestro bienestar emocional, psicológico y social. Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. También ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez. Porque depende de como transitemos cada etapa, será la manera en que iremos adaptándonos a los cambios de edad y creciendo mental y emocionalmente…

C.E.T.I.J: Centro Terapéutico Infanto – Juvenil

El CETIJ es un centro terapéutico infantil que esta conformado por un equipo de psicólogos y psicólogas dedicados al diagnóstico y tratamiento de niños, niñas y adolescentes. Centrado en la orientación y asesoramiento a padres y la familia, desde una mirada integral.

¿Para qué hacer
terapia psicológica?

Porque la experiencia nos dice que a medida que vamos madurando en las distintas etapas, van sucediendo hechos que nos pueden marcar o llevar a tener que padecer algún conflicto, y esto puede desestabilizar nuestro bienestar general y producir efectos en nuestro desenvolvimiento cotidiano. Una depresión, una situación de violencia, conflictos familiares, enfermedades psicosomáticas, etc. o problemas con nuestros hijos/as. Por ello es importante hacer una consulta y acudir a un psicólogo.

También pueden suceder situaciones como la pérdida de un trabajo que afecten nuestra armonía cotidiana, pero ser pasajero y con un acompañamiento durante un tiempo nos ayudara a salir adelante y eso no quiere decir que padecemos un trastorno psicológico. 

La psicoterapia

Es un tratamiento de colaboración entre dos personas una el paciente y otra un psicólogo que, mediante un pedido de consulta establecen un encuentro de dialogo en donde se permitirá hablar abiertamente con alguien objetivo, neutral e imparcial.

La experiencia me ha demostrado que no todas las personas se sienten a gusto con cualquier psicólogo, todo dependerá de la capacidad de apertura de cada uno y la empatía que sientan. Esto será fundamental para que la terapia avance

Atención de niños
y adolescentes:

A eso me dedique y me sigo dedicando a lo largo de estos 25 años de ser psicóloga. Cuando de niños se trata, muchas veces algo les pasa y no nos damos cuenta. Y ahí es cuando entra un terapeuta en función a intentar descifrar ese “no dicho” o esa ausencia, dolor del niño que muchas veces sufre en silencio sin que nos demos cuenta de que nos está necesitando. Mi encargo es poder brindarles una contención a sus sufrimientos emocionales y transformarme en intermediaria en tanto entenderlos a ellos y transmitirles a los padres de manera sencilla y clara lo que les pasa y así ayudarles a salir de su estancamiento y poder continuar con su evolución. A través de dibujos y juegos ellos se van manifestando permitiéndome entrar en sus fantasías y transformarlas en la realidad. 

Orientación a padres

Esta es otra de mis especialidades, ya que es imposible trabajar con niños y adolescentes si no se tiene la conexión con los padres, unas entrevistas de historia vital (que se llaman) me permiten ir haciéndome la historia de ese niño/a y adolescente, como fue su infancia, como es la dinámica familiar, etc. y muchas veces les brindo ayudas desde una primera aproximación para luego ir trabajando en el proceso psicológico. Pero los padres están incluidos desde la primera consulta y son los que más van a estar al tanto de lo que le sucede a sus hijos.

Mi premisa es: “No hago magia… todos ( cuando digo todos me refiero a los padres, yo y algún otro profesional o escuela) estamos comprometidos en el proceso psicológico del niño” para que este avance.

¿Qué es un tratamiento
psicológico?

Es cuando, luego de un diagnóstico (que son entrevistas previas para la evaluación del motivo de consulta) se dan las aclaraciones sobre como continuar con el tratamiento y se establece una modalidad de trabajo que el psicólogo o terapeuta estima conveniente para el tratamiento.

Siempre tiene que ser un acuerdo de ambas partes, ya que, si el paciente no se encuentra a gusto o si no observa avances, debe comunicarlo a fin de que pueda cortar a tiempo y sea de libre elección.