Les comparto sobre mi pasión por la
psicología: viene desde el inicio de la
carrera, habiendo encontrado en mí una gran sensibilidad por escuchar a las personas y sus sufrimientos y desarrollando la empatía para comprenderlos, es lo que me llevo a elegir una carrera a través de la cual pudiera ayudarles, comprender sus
dificultades, percibir sus dolencias y poder vislumbrar más allá de lo externo sin
juzgar ni rotular. Como también brindar
sugerencias a las personas en los ciclos
vitales que les toque atravesar.
Continuamente capacitándome y especializándome en los estudios que conlleva la profesión, para poder ofrecer un servicio optimo tanto desde lo profesional como lo humano, acorde a las necesidades de cada uno y las permanentes transformaciones

que tiene el contexto social que
transitamos día a dia.
Les cuento que recibí mi título de
Licenciada en Psicología por la Universidad Nacional de Córdoba, (situada en la
provincia de Córdoba – Argentina) en el año 1997. Allí también recibí el título de Docente Universitaria en 2001.
Mi preocupación en ayudar a la comunidad, me ha llevado a brindar conferencias, talleres, capacitaciones y hasta escribir e
investigar, en las diversas temáticas inherentes a la Salud Mental en todas sus
manifestaciones y en todas las etapas de la vida.
Para finalizar considero que un psicólogo debe estar muy preparado para llevar a cabo un tratamiento sobre todo si se trata de un niño, niña y adolescente que

no recurre o recurre muy poco a la palabra para manifestar lo que le pasa. Habiendo realizado diversos cursos de actualización les comparto con alegría que he llegado a tener mi Máster en psicología y psicoterapia INFANTO-JUVENIL (en 2020) y también he realizado la formación básica en Terapia Vincular la cual aborda a las familias y los vínculos que se establecen entre sus miembros. Llegando de ese modo a encontrar la causa del conflicto y brindar luminosidad a los padres como a las familias, un camino hacia el bienestar y crecimiento personal y en adaptación a la realidad. “Para lograr la madurez solo hace falta una cosa: querer madurar. Para esto primero debes aceptarte a ti mismo, un camino que solo tú puedes hacer”.